El pasado martes 3 de diciembre, celebramos los 50 años de sacerdocio del P. Álvaro Gutiérrez, S.J. quien hace parte de la comunidad jesuita de Cartagena, en el Santuario de San Pedro Claver.
La jornada inició con una eucaristía de acción de gracias, presidida por Gutiérrez, y concelebrada por el P. Jorge Camacho, S.J., en compañía del P. Joaquín Barrero, S.J. y otros sacerdotes peregrinos procedentes de Alemania.
Durante la celebración un grupo de representantes de los cinco corregimientos afrodescendientes de la zona norte de Cartagena (Manzanillo del Mar, Pontezuela, Punta Canoa, Arroyo de Piedra y Arroyo de las Canoas) que acompaña el Santuario a través de su programa Misión San Pedro Claver, hicieron el ofertorio con elementos simbólicos de sus territorios, y pidieron a Dios por la salud y vida del P. Álvaro. El coro de jóvenes de Pontezuela, fue el encargado de acompañar los cánticos de esta celebración.
Por su parte, el P. Jorge Camacho, S.J. director del Santuario de San Pedro Claver, hizo un sentido reconocimiento a la labor realizada por el P. Gutiérrez, y agradeció a todos los asistentes por acompañarlos en este especial momento.
Finalmente, se realizó un compartir fraterno en el patio del claustro, con amigos y colaboradores, quienes reiteraron su gratitud por tantos años al servicio de los demás.
En el marco de estos 50 años de sacerdocio el P. Álvaro Gutiérrez, S.J. plantea lo siguiente:
Lo que pensaba hace 50 años:
“Asumo el sacerdocio en la incertidumbre.
Creo que debo de ser sacerdote – y esto es magnífico
– pero no veo claro “cómo” tendré que serlo.
Confío en el amor. Considero que mi existencia
sacerdotal se debe fundamentar en el amor: “Dios es
amor” y eso basta.
Deseo que mi sacerdocio sea signo de Redención en
el mundo de los pobres.”
Y lo que pienso hoy: Me ratifico en mi opción primaveral.
