¿A quién le va a echar la culpa de que ganó su enemigo politico?
¿A los que no votaron empezando por sus hijos o sus padres, sus colegas de trabajo, los socios de su empresa o del club, a los miembros del sindicato que se fueron a jugar futbol, a los hermanos y hermanas de su grupo de oración?
Desde el 19 de junio sabemos quién dirigirá los destinos de nuestro país los siguientes cuatro años, a partir del 7 de agosto. ¿Cuál es la actitud con la que va a hacerle veeduría a su presidente?
¿Está dispuesto a reconocer lo bueno que haga por el país y por enfrentar los grandes desafíos que tenemos los colombianos? ¿Está decidido a denunciar todos los actos de corrupción, de mermelada, de favoritismos a familiares, y de pago de favores electorales?
Al elegirlo presidente, no le entregamos “patente de corsario” para que haga y deshaga, sino para que conduzca este país y a su gente, a salir del laberinto en que está desde hace décadas. Cerrar la brecha económica, garantizar derechos y oportunidades a los jóvenes, inclusión de todos los discriminados, son algunos de los resultados que esperamos reconocer el 7 de agosto de 2026.
Remando Juntos Mar Adentro,
Editorial | P. Jorge Eduardo Serrano Ordóñez, S.J.
Director | Santuario de San Pedro Claver.