El Padre Tulio Aristizábal, S.J. este 2018 celebró 80 años de haber ingresado a la Compañía de Jesús. De todo ese tiempo, dedicó 27 años de su vida al servicio de los demás en el Santuario de San Pedro Claver en Cartagena. Ahora pasará a la Casa Pedro Arrupe de la Compañía de Jesús en la ciudad de Medellín, donde tendrá mayor atención y cuidado.
Precisamente desde la Sede de los Derechos Humanos, se le rindió un homenaje a quien inspirado en el legado de San Pedro Claver, fue siempre un maestro y gran guía en el conocimiento de quien se declaró ante el mundo «esclavo de los esclavos«.
El reconocimiento inició en la Fiesta de San Pedro Claver y Día Nacional de los Derechos Humanos. Durante la celebración de la eucaristía solemne, Monseñor Jorge Enrique Jiménez, arzobispo de la arquidiócesis de Cartagena, durante su homilía destacó emotivamente la importante labor realizada por el Padre Tulio Aristizábal, S.J. Afirmando que «con el más bello testimonio de servicio de un sacerdote santo y sabio, como Pedro Claver, agradecemos de manera especial y despedimos de Cartagena al Padre Tulio, deseándole mucha paz, salud y bendiciones» Este acto fue aplaudido y elogiado por decenas de feligreses que asistieron a la jornada.
Así mismo, desde el patio principal del Santuario de San Pedro Claver, un grupo de amigos y personas cercanas al Padre Tulio en Cartagena, le prepararon un encuentro fraternal de despedida. En este, recordaron muchos momentos de su trayectoria en La Heroica, como la anécdota que el mismo Aristizábal relató con una gran sonrisa: cuando en una de sus misas, una niña de no más de 5 años se acercó hasta donde él y le dijo a quien le acompañaba «Papá, mira, ¡qué Padre tan lindo!«
Luego, con el equipo de trabajo del Santuario de San Pedro Claver, con los miembros de la comunidad jesuita de Cartagena y algunos allegados, se celebró una conmovedora eucaristía que presidió el Superior de la Compañía de Jesús en Cartagena, el Padre Jorge Camacho Chahín, S.J. en la que como una familia, todos agradecieron la gran entrega y dedicación que tuvo Tulio como sacerdote, pero sobre todo, como persona.
Finalmente, fue acompañado por el Padre Jorge Camacho, S.J. hasta la Casa Pedro Arrupe en la ciudad de Medellín, en donde le hicieron una efusiva bienvenida por parte de algunos familiares y jesuitas que compartieron