Desde el jueves 24 de agosto reposa en el Santuario de San Pedro Claver la reliquia del beato Salvadoreño, Oscar Arnulfo Romero, obispo asesinado en 1980. El trozo de hueso fue traído por el embajador de El Salvador, Francisco Galindo Vélez.
El Atrio de los Gentiles, un programa institucional del Santuario de San Pedro Claver y el Centro de Cultura Afrocaribe, fue el escenario para que el pasado jueves, 24 de agosto, el embajador de El Salvador hiciera entrega de la reliquia de Monseñor Romero a la obra jesuita en Cartagena.
Ante invitados y transeúntes, el embajador salvadoreño Francisco Galindo Pérez intercambió opiniones con Francisco de Roux, S.J. sobre la vida del asesinado obispo y San Pedro Claver. «Son dos sacerdotes que dedicaron su vida a la dignidad humana y el respeto por los derechos humanos», dijo Galindo.
Francisco de Roux, S.J., por su parte, aseguró que este encuentro, en vísperas a la venida del Papa Francisco, fue un espacio para conversar sobre la paz en Colombia, las víctimas y ayudar a pensar cómo buscar la reconciliación de los colombianos.
La reliquia del asesinado beato salvadoreño, Oscar Arnulfo Romero, contiene un pedacito de hueso que salto cuando recibió la bala que lo mató en medio de la misa y será visitada por el papa Francisco durante su visita a Colombia en septiembre.
Tal y como o afirmó el diario El Universal de Cartagena, el martirio del beato Romero ocurrió en un momento de profunda ruptura de la sociedad salvadoreña, y su beatificación, y esperamos su pronta canonización, ha de servirnos para continuar el proceso de construcción de la paz, de reconciliación y convivencia cívica y continuar reencontrándonos y uniéndonos como sociedad y como país.
Fuente: Jesuitas Colombia (28 Agosto 2017) Fotos: El Espectador


